«Mamá dice que tonto es el que hace tonterías.» – Forrest Gump
Mira que somos cachondos y, además, lo que nos gusta embarrar. Lo digo porque la selección española de fútbol se clasificó brillantemente para disputar la Copa del Mundo Rusia 2018, por lo que el tema que nos tenía que preocupar es que, desde ahora y hasta la cita mundialista, Lopetegui pudiese trabajar para que cuando llegue el momento elija a los 23 mejores futbolistas.
Pero, insisto, somos unos cachondos y nos gusta llevar al límite, cuando no al absurdo, cualquier asuntito, dándonos igual que sea más o menos relevante. Así, un pueblo que se divierte lanzando cabras desde un campanario, o en el que hay gente que es capaz de acabar en un hospital por una discusión sobre si la tortilla de patata debe llevar o no cebolla, o donde se insulta a un jugador que defiende a la selección desde que era un niño, no podía dejar escapar la ocasión de montar un jaleo por los colores de la camiseta que Adidás diseño para ir a Rusia.
Esta discusión nos queda muy lejana a los que, como yo, sólo distinguimos los colores básicos – rojo, verde y azul – y el resultado de sus combinaciones. Pero, claro, desde que los colores tienen apellido, todo es mucho más complicado: rojo bermellón, verde jade, azul petróleo, blanco roto, gris plomo, fucsia-malva-lila-magenta, amarillo crepúsculo… ¿así cómo carallo no se van a liar los diseñadores?
Pues en esas estamos, en plena discusión bizantina sobre si la nueva camiseta de la selección es republicana porque uno de sus colores parece morado – en todo caso sería sólo de la Segunda República, no de la Primera -, o sobre si la segunda equipación en azul y rojo recuerda al FC Barcelona, sin decir que cuando la selección jugó totalmente de blanco, Piqué incluido, nadie dijo ese tipo de mamarrachadas en otro sentido. Por cierto, en este segundo caso los que estarán contentos serán Isco y Asensio, porque nunca tendrán una ocasión como ésta de vestirse con los colores que sienten de verdad.
Lo peor de todo es que desde ahora y hasta que comience el Mundial el globo se seguirá inflando; y lo más triste será que cuando lleguemos a Rusia y nuestro equipo salte al terreno de juego, en vez de escuchar «cuidado, aquí están los favoritos para levantar la Copa del Mundo» escucharemos «coño, ya han llegado los bobos de la camiseta». @Bajarlaalpasto