Las declaraciones de Cristiano Ronaldo tras finalizar el partido que disputó ayer su equipo ante el Granada han provocado ya regueros de tintas en las páginas de toda la prensa (no solo la deportiva), así como ha rellenado horas de información tanto en radio y televisión, y, ¡cómo no! han puesto las redes sociales patas p’arriba, convirtiéndose este tema en trending topic en Twitter. 

A ningún seguidor merengue le preocupa si se le ganó al Granada, si su equipo jugó bien o si Modric ha resultado ser el bálsamo de Fierabrás. Es más, ni siquiera se acuerdan que hace sólo cuatro días celebraron la consecución de la Supercopa, primer título oficial de la temporada. Las declaraciones del portugués, modalidad tiro la piedra y escondo la mano, han puesto al madridismo en estado de shock, tras un fin de semana en el que Guti, otro santo y seña del Bernabéu, se despachó a gusto contra las formas que tiene Florentino de gestionar la casa blanca. 

Queda por resolver el misterio sobre qué le pasa al crack luso. Las posibilidades no son muchas, así que sólo puede ser o un ataque de celos tras la proclamación de Iniesta como mejor jugador de la UEFA o una petición de revisión de su estratosférico contrato. Cualquiera de las dos vendría a poner de manifiesto, una vez más, la personal infantil e inmadura de Cristiano, quien no hace mucho se había destapado con aquellas demenciales declaraciones en las que afirmó “me envidian porque soy guapo, rico y famoso”. 

En el Real Madrid de hoy en día Kaká sí que le puede explicar bastante bien a su compañero lo que es estar triste; o el propio Granero, un jugador de la casa al que le han dado la patada (una más), también le puede contar sus devaneos con la tristeza. 

Lo más triste (sí, pero realmente triste) es que seguramente Florentino volverá a bajarse los pantaloncitos por la media pierna y consentirá un nuevo capricho de su estrellita, con el visto bueno de su entrenador, quien a su vez, y en su condición de manager general del club, seguro que estaba informado de los movimientos de su protegido.