Al madridismo se le incrusta el Balón de Oro en el ojete

«Lo que comienza con el odio, termina en la vergüenza.» – Benjamin Franklin, político y científico estadounidense.

Con los trofeos más que merecidos ganados por Messi, Alexia Putellas y Pedri, la gala del Balón de Oro 2021 se tiñó de blaugrana, lo que ha provocado un aluvión de críticas y llantos en la caverna madridista, acostumbrada a mirarse el ombliguito y siendo incapaz de admitir que, mas allá de hasta donde llegan los altavoces mediáticos de Su Florentineza, no engañan a nadie.

Desde que Florentino Pérez se hizo con el control de la casa blancabajo un régimen de semipropiedad encubierto, machihembrado entre una falsa ilusión de que el club es propiedad de los socios y un sistema electoral pergeñado para eliminar cualquier atisbo de disidencia – ha sido capaz de prostituir todo lo que rodea al mundo del fútbol, desde las competiciones nacionales hasta la Champions, pasando por los medios de comunicación, el VAR y, por supuesto, el Balón de Oro. En este caso, siempre optó por comprarlos antes que producirlos, de ahí que sea un gran misterio el motivo por el cual a la cantera merengue se le bautizase con el nombre de La Fábrica. Y así se hizo con los Zidane, Figo, Owen, Ronaldo ‘el bueno’, Cannavaro, Kaká y con un Cristiano Ronaldo que llegó a Madrid con su primer BdO ganado en el United, y al que el conseguidor le sumó otros cuatro a su palmarés, a base de reabrir votaciones y de trufar con la ayuda de sus palmeros como grandes hazañas el marcar penaltis regalados o el empujar balones a puerta vacía o en fuera de juego.

Una vez consumada la espantada de la vedette de Madeira a la Juventus, Florentino se propuso darle una vuelta más al columpio, convenciendo a Modric de que le conseguiría el dorado trofeo a cambio de que renunciase a su intención de abandonar el Real Madrid tras el Mundial de Rusia 2018 para irse al Inter. Y así fue. Presentó como credenciales para hacerle merecedor de tal honor que ese año el croata había ganado la Champions, con una participación intrascendente, y había sido subcampeón del mundo con su selección, aunque no fue ni de lejos gracias a su rendimiento. A los supuestos méritos deportivos le sumó dos historietas lacrimógenas con pinta de fake news, como que había sido un niño de la guerra y pastor de cabras, y Lukita – llamado así por el madridismo más bobo y cursi – se hizo con un inmerecido Balón de Oro.

En esta edición, el mandamás merengue pensó que podría volver a engañar a los trompeteros de ‘France Football’ y que Benzema, su capitán-delincuente, ganase el prestigioso trofeo, tras un año en el que firmó un nadaplete con su club, un desastrosa Eurocopa y un título de Nations League atracado a la selección de Luis Enrique. Pero fue tal el circo mediático que organizaron los pesebreros desde los medios financiados por el capo, que hasta el delantero francés se creyó que lo iba a ganar, hasta el punto de que se llegó a comentar que ya había ido a Bricoking a comprar una estantería para colocarlo.

Pero al final se impuso la lógica y el Balón de Oro de este año lo ganó Messi, por ser simplemente el que mejor jugó al fútbol (que es lo que debería ser este premio), quedando Benzema fuera del podium y cerrando Modric la lista de 30 candidatos. A partir de ese momento, salida en tromba de los chiringuiteros y demás fauna inclasificable equipados con un móvil y/o con un micrófono, para dar rienda suelta a sus frustraciones. Y es que ya sabemos que los bobomerengues son bipolares: se pasan meses y meses dando el puto coñazo con el Balón de Oro y el día de la gala de entrega desaparecen si no les gustan los resultados, o se ponen a hablar de tongo, estafa y pucherazo… y empiezan a dar el puto coñazo con el del año que viene. Y así en bucle.

Por el bien del fútbol y de la supervivencia del Balón de Oro, esperemos que sus organizadores no vuelvan a caer en viejas tentaciones y no se dejen manipular por quien se vale de un club como el Real Madrid para medrar y para ponerlo al servicio de intereses espurios que nada tiene que ver con el deporte. Y su aborregada afición tiene dos opciones: o espabilar y alejarse de ese modelo caudillista basado en una supuesta supremacía merengue, o seguir comulgando con ruedas de molino y entonces tener que untarse las cavidades corpóreas en las que nunca da el sol con ungüentos para aliviar el escozor cada vez que no se cumplen sus fabulaciones. Y mientras se deciden, seguirán balando: BEEEEEEEEEnzema. @Bajarlaalpasto1

Las plañideras de Cristiano Ronaldo

«Soy de un tiempo en el cual hacer el ridículo era algo que se evitaba, ahora es un objetivo a alcanzar». – Rosana Hermann, escritora brasileña.

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Después de nueve años en los que la caverna, siguiendo las consignas de su amo Florentino Pérez, no paró de ensalzar y de proteger a Cristiano Ronaldo hasta el vómito, la espantada protagonizada este verano por la vedette de Madeira ha provocado que muchos de esos palanganeros -no todos- se olviden de todas las mamarrachadas que han escrito o dicho en sus prostíbulos mediáticos.

Por eso muchos de los gusanos de la (des)información que viven de ejercer un periodismo deportivo nauseabundo, que justificaron todas las agresiones protagonizadas por el niño bonito del madridismo y que no dudaron en promover campañas vergonzantes como la de las caretas para mayor gloria del achuchabalones, ahora miran para otro lado y silban melodías aunque sus carreras ya han quedado emponzoñadas para siempre, y seguirán viviendo de hacer el gilipollas mientras Florentino no se aburra de juguetear con el Madrid, su juguetito preferido, se marche para su casa y tengan que sellar esos estercoleros que rezuman purín en los que dan rienda suelta a sus barrabasadas.

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Dentro del grupo de fieles a Míster Portugal destacan Edu Aguirre y Manu Saínz, dos palanganeros que se disputan el dudoso honor de ver quien es más genuflexo ante su amo . Estos dos botarates sin el más mínimo sentido del decoro lo mismo van a desearle suerte al portugués antes de jugar contra España en el Mundial, que viajan hasta Turín a limpiarle los mocos a su hijo mayor, o siguen defendiendo sus agresiones, como la última protagonizada hace dos días en el partido de Champions que la Juventus disputó en Mestalla y que acabó con Ronaldo (el malo) gimoteando camino del vestuario.

Y es que da igual. Cuando uno decide convertirse en felpudo es que ha aceptado aparcar la dignidad y que lo pisoteen. No sé qué ven por las mañanas estas dos plañideras cuando se ponen delante del espejo, pero debe compensarles cuando van al cajero y comprueban el saldo de sus cuentas corrientes. @Bajarlaalpasto

 

Futboleros, el Balón de Oro… ¡ha muerto!

CR_balóndeoroHace unos días en una serie de televisión recordaban como el 20 de noviembre de 1975 el entonces presidente del Gobierno Arias Navarro daba una noticia que cambiaría la historia de este país: «Españoles… Franco… ha muerto». La noticia llevaba tiempo esperándose porque el viejo dictador llevaba tiempo enfermo, por lo que su fallecimiento era cuestión de tiempo.

Hago esta breve introducción histórica para utilizarla como ejemplo y para parafrasear al encargado de comunicar dicho pasamiento, porque el pasado 7 de diciembre asistimos a otra defunción no menos esperada, como ha sido la del Balón de Oro, ya que el otrora prestigioso premio llevaba varios años herido de muerte, y ahora simplemente se ha certificado su tránsito. Descanse en paz.

Llevo tiempo repitiendo que «la mejor forma de desprestigiar un premio es concedérselo a quien no se lo merece». Y eso es lo que ha conseguido France Football – la revista francesa que desde 1956 viene entregando el Balón de Oro – con su insistencia en regalarle el premio a Cristiano Ronaldo, sin duda uno de los futbolista más sobrevalorados de las últimas temporadas.

Y es que el delantero portugués del Real Madrid, conocido coloquialmente como penaltiman o el achuchabalones, es sin duda un gran lanzador de penaltis inventados y un gran goleador en las modalidades en fuera de juego empujar balones. Pero no ha sido ni de lejos el mejor futbolista en ninguna de las cinco temporadas en las que el panfleto francés le obsequió con su premio, teniendo en cuenta además que el criterio para concedérselos se ha ido adaptando a su conveniencia.

Decir que un premio individual es un reconocimiento de los méritos personales del premiado es una perogrullada. Pero en el caso del Balón de Oro y Cristiano Ronaldo es necesario destacarlo porque, evidentemente, esa máxima no se cumple. Los que ganan títulos, como la Champions o la liga, ya reciben sus galardones con sus compañeros de equipo, así como los máximos goleadores de cada competición o los MVPs de las finales. Y es que el premio al mejor futbolista del año tendría que ser, seguimos con las perogrulladas, para el jugador que mejor jugó al fútbol, y ese nunca ha sido el engreído portugués.

Pero por muchos Balones de Oro que le den y por mucho que la vedette de Madeira se autoproclame «el mejor jugador de la historia», lo cierto es que jamás ingresará en el olimpo reservado a los dioses del fútbol, como Di Stéfano, Pelé, Cruyff, Maradona y Messi. Tampoco ha hecho méritos futbolísticos para estar en el siguiente escalón, con Platini, Zico, Xavi, Zidane, Ronaldinho o Beckenbauer. Y, siendo generosos, podría compartir honores en un tercer nivel con Van Basten, Ronaldo, Iniesta, Eusebio, Gerd Müller o Sócrates, atendiendo únicamente al número de goles marcados, aunque la mayoría hayan sido intrascendentes.

Por eso, y volviendo al inicio del post, se puede asegurar que: Futboleros, el Balón de Oro… ¡ha muerto! Y así lo confirma la propia France Football con su portada dedicada al premio de este año, una portada digna de formar parte de una antología del disparate. Y es que ni Cristiano Ronaldo podía llegar a más ni France Football a menos. @Bajarlaalpasto

 

Cristiano Ronaldo lloriquea: la plantilla del Madrid es farfolla

‘Farfolla’ según la RAE: Cosa de mucha apariencia y de poca entidad.

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Resumen de los tres últimos partidos del Real Madrid, por orden cronológico: perpetraron un atraco en Fuenlabrada, sufrieron un revolcón en Girona y fueron humillados en Wembley. Y todo ello en una semana, por lo que no es de extrañar la llorada-rajada que se pegó Cristiano Ronaldo, el The Best de pacotilla, en cuanto le pusieron un micrófono delante.

En Londres, la vedette de Madeira no se anduvo por las ramas y le arreó un estacazo a todo el departamento encargado de la gestión deportiva del Real Madrid, es decir, al mismísimo Florentino Pérez en persona, como único responsable de la disparatada política de fichajes llevada a cabo ese verano.

Y es que lo que vino a denunciar el achuchabalones merengue es que la salida de tres pesos pesados del equipo, como Pepe, James y Morata, fue cubierta con tiernos infantes a los que se les augura un buen futuro, pero todavía tienen un incierto presente.

Por eso no es de extrañar que el pasado miércoles, mientras en Wembley caían goles en las redes de Casilla, Zidane se rascaba la calva mirando para su banquillo, mientras pensaba: «¿y cuál de estos primaveras me va a arreglar este desaguisado?», al ver las caras de susto de Moha Ramos (17 años), Vallejo (20 años), Theo Hernández (20 años), Lucas Vázquez (26 años), Marco Ausencio, perdón, Asensio (21 años), Mayoral (20 años) y el tuiterofutbolista Ceballos (21 años). Por cierto, ¿el francés ya tiene el título de entrenador?

Así es que, por raro que parezca, en esta ocasión no puedo más que estar de acuerdo con Cristiano Ronaldo, como tuiteé desde @Bajarlaalpasto:

 

Mi FIFA World11 2017

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El pasado 24 de noviembre, con motivo de la gala The Best FIFA 2017, publiqué un post titulado #TheBest carallada… crónica de una gamberrada en el que criticaba la concesión a Cristiano Ronaldo del premio al mejor jugador de la temporada. A raíz de ese post, en el que dejaba claro que en mi opinión Messi tendría que haber ganado dicho galardón, algunos lectores me preguntaron qué me parecía la elección del once del año y cuál sería el mío.

El once elegido fue el siguiente: Buffon; Alves, Ramos, Bonucci, Marcelo; Modric, Kroos, Iniesta; Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar. Es decir, ocho jugadores de la liga española (cinco del Real Madrid y tres del Barça) y tres de la liga italiana (los tres de la Juventus), contando con que el periodo que se valora es desde el 20 de noviembre de 2016 al 2 de julio de 2017.

¿Quiere esto decir que durante la temporada pasada no ha habido ningún jugador de la Premier ni de la Bundesliga ni de de la Ligue 1 merecedores de estar en ese equipo? Un poco raro, ¿no? Y si no llega a ser por el arbitraje hogareño de Kassai en el Bernabéu que metió al Madrid en la final de la Champions dejando injustamente al Bayern en la cuneta, ¿cuántos jugadores del equipo merengue estarían en esa alineación? ¿Os parece normal que no haya ningún representante del Atleti, del PSG o del City?

Está claro que todos los aficionados al fútbol tenemos un entrenador dentro y seguro que cada uno de nosotros haríamos un once distinto.  Y el mío es éste: Oblak; Godín, Chiellini, Alaba; De Bruyne, Busquets, Hazard, Coutinho; Messi, Cavani, Dybala. ¿Qué os parece? Y lo más importante, ¿cuál es el vuestro? @Bajarlaalpasto

 

Cristiano Ronaldo: ¿Agresor de oro o #TheBest agresor?

agresion

No vamos a remontarnos muy atrás, porque sólo hacer falta hacerlo un par de años para contabilizar en ese espacio de tiempo ¡doce agresiones! protagonizadas por Cristiano Ronaldo, el niño mimado del Bernabéu, a ¡doce! compañeros de profesión, marchándose de rositas en todas ellas ante la pasividad de unos árbitros domesticados, que prefirieron mirar para otro lado y silbar melodías en vez de cumplir con su trabajo, como hubiese sido pitar, mostrarle la tarjeta roja y señalarle a la vedette de Madeira el camino de los vestuarios.

La lista de agredidos desde octubre del 2015 la forman David Simón (Las Palmas), Krychowiak (Sevilla), Dani Alves (Barça), Nacho Cases (Sporting), Molinero (Betis), Orban (Levante), Schmelzer (Dortmund), Koke (At. Madrid), Vitolo (Sevilla), Dani Ceballos (Betis), Lenglet (Sevilla) y Fiola (Hungría, agresión cometida con la camiseta de su selección). Y en la última jornada liguera el listado se ha ampliado con la caricia propinada a Pere Pons (Girona), como síntoma de la impotencia que demostró su equipo en Montilivi ante un recién ascendido

Por desgracia, ya sabemos que en el mundo del fútbol lo que no está en el acta arbitral es que no ha sucedido; así es que probablemente Cristiano Ronaldo no sea más que un tierno infante sin malicia y todas las agresiones enumeradas sólo hayan sido fruto de mi imaginación. @Bajarlaalpasto

 

#TheBest carallada… crónica de una gamberrada

maradonaGala, fiesta, espectáculo, luces, marketing… bien bien, todo esto está muy bien. Y si además lo aderezas con famosillos de diverso pelaje y antiguos cracks convertidos en al versión 2.0 del dúo Sacapuntas, como Maradona y Ronaldo (el gordo, no perdón, el bueno), pues Infantino y su troupe ya se garantizaron más de dos horas de audiencia televisiva en prime time para poder pastelear con patrocinadores y demás almas caritativas que pululan alrededor de la FIFA.

Todo eso estaría muy bien  si, por lo menos, el premio más importante y el que mueve todo ese tinglado se lo concediesen a quien más se lo merece, es decir, al mejor jugador. Sí, al mejor jugador, no al máximo goleador ni a quien forma del equipo que ha ganado más trofeos. Sencillamente al que ha jugador mejor al fútbol. Porque los que marcan más goles ya tienen sus premios específicos, y los que ganan títulos ya levantan sus copas.

 

Por eso resulta muy chusco que el premio al mejor jugador de la temporada se lo den a Cristiano Ronaldo, conocido coloquialmente como penaltiman o el achuchabalones. El delantero portugués del Real Madrid, sin duda un buen goleador y un gran lanzador de penaltis inventados, tiene su principal virtud en estar siempre atento a empujar las pelotas – con perdón – que le regalan tanto sus compañeros como el Kassai de turno.

Lo que es indiscutibles es que la vedette de Madeira, cuantos más premios individuales recibe, más alejado está futbolísticamente del auténtico número uno del mundo, como es Lionel Messi. Por eso jamás formarán parte del olimpo de los dioses del planeta fútbol, formado por Di Stéfano, Pelé, Cruyff, Maradona y el propio Messi. También le queda grande la primera fila que está reservada a los discípulos que flanquean a los dioses, como Platini, Zico, Xavi, Zidane, Ronaldinho o Beckenbauer. Y podría estar un escalón más abajo compartiendo honores con Van Basten, Ronaldo, Iniesta, Eusebio, Gerd Müller o Sócrates.

Y con todo eso la gala tampoco fue para lanzar bombas. Es más, podría decir que me he divertido más en algún funeral que viendo esa pamema. Pero Infantino cumplió el objetivo. Florentino Pérez se dio un baño de masas y es misma noche demostró la razón que tenía Butragueño, su pelotari oficial, cuando dijo que era un ser superior, ya que fue capaz de hablar al mismo tiempo en exclusiva y en riguroso directo para varias cadenas de radio.

Por eso seguro que, aunque el título de este post sea un chapurreo entre inglés y gallego, seguro que me entendéis perfectamente cuando me refiero a The Best carallada. @Bajarlaalpasto

¡Silencio Wanda!… Un pistolero anda suelto

«Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad.» – Bertolt Bretch, escritor alemán.

luis_suarez

El pasado sábado se jugó en el Wanda – sí, en el Wanda que son los que ponen la pasta por mucho que se ofendan mis amigos colchoneros – el partido más atractivo de la octava jornada de LaLiga entre el Atlético de Madrid y el Barça, amenizado por un concierto de música de viento que le dedicaron los aficionados del Atleti a Piqué durante 90 minutos. En los prolegómenos, banderas españolas y música de Manolo Escobar, para que al Barça y a Gerard Piqué – el monstruo de dos cabezas de deporte español – les quedase claro que estaban jugando en España… vamos, como si en el equipo culé no hubiesen jugado más españoles que en el rojiblanco. En fin, en su casa cada uno hace el ridículo como quiere.

En lo deportivo, el fútbol rácano al que nos tiene acostumbrado el Cholo – para ese menú  no hace falta sacar la vajilla de los domingos ni el mantel de hilo de la abuela, sino platos de plástico y mantel de papel – consiguió imponerse en momentos de la primera parte al fútbol combinativo y de buen trato al balón de los jugadores de Valverde, llegándose al descanso con un engañoso e injusto 1-0 en el marcador. Ya en la segunda parte el Barça pasó el rodillo, ayudado por la querencia de Simeone de encular a su equipo en su propia área cuando se enfrenta a la maquinaria culé, aunque no consiguió la igualada hasta los minutos finales.

El tanto del empate lo logró Luis Suárez, rematando picado de cabeza un gran centro de Sergi Roberto, y lo celebró mandando callar al público del Wanda. La pena fue que un par de minutos después tuvo a unos centímetros de su bota el haber marcado el gol de la victoria, con lo que sospecho que nos perdimos una celebración que prometía ser épica.

A partir de ese momento, como si un ser superior hubiese activado un interruptor, la caverna se lanzó a degüello contra el goleador azulgrana, llegando a pedir incluso sanciones por su gesto hacia el público. Y de ahí mi cita del principio de este post dedicada a la hipocresía.

Y es que la doble moral cavernícola es sencillamente sonrojante. Que Raúl mandase callar al Camp Nou, o que Cristiano Ronaldo hiciese lo mismo en el Calderón no escandalizó a los mismos medios de comunicación palanganeros que ahora se llevan las manos a la cabeza. Incluso cuando Mandzukic hizo el mismo gesto también en el Camp Nou se interpretó como que «había hecho un Raúl»… ¡menuda risas!

 

En fin, que Luis Suárez mandase callar al público del Wanda por haberse pasado todo el partido silbando a un deportista ejemplar como Piqué, no es nada comparado con la colección de desplantes protagonizado por las más grandes estrellitas y vedettes merengues en diversos campos, como recoge @Zona_Blaugrana en este mosaico. Ahora entendéis mejor lo de la hipocresía, ¿verdad? @Bajarlaalpasto

zona_blaugrana

 

 

El Madrid roba, la caverna miente, los borregos balan

manos ramosSeguro que cuando habéis leído el título de este post la mayoría habéis pensado: «Coño, ¡esto ya lo sabíamos!». Y es cierto, ya sé que no es ninguna novedad. Pero es que tanto el despeje que realizó con las dos manos Sergio Ramos el pasado martes en el Signal Iduna Park en partido de Champions contra el Borussia Dortumd, como las posteriores explicaciones del protagonista y de los palanganeros que se encargan de (des)informar sobre el Madrid, no tienen desperdicio.

1.- El Madrid roba

Si el lunes publicaba un post titulado Florentino Pérez confía más en los árbitros que en Zidane , al día siguiente el equipo merengue ganó en Dortumd gracias a la ayuda de Kuipers, quien no pitó penalti en esa jugada con 0-0 en el marcador y concedió un gol en fuera de juego a la vedette de Madeira. Por cierto, conviene recordar que Kuipers fue el cooperador necesario para que el madridismo atracase la décima en Lisboa, y forma parte del santoral merengón de árbitros europeos con Krug, Clattenburg y Kassai.

2.- La caverna miente

Pero si las manos – sí, en plural – fueron obscenas, lo que vino a continuación fue bochornoso. Ya en directo durante la retransmisión en Antena3 los comentaristas intentaban justificar lo injustificable con argumentos tan peregrinos como que «no se puede pitar penalti porque el balón no iba a portería». Y se quedaron tan panchos sabiendo que al final del partido su jefe les daría un azucarillo y les acariciaría el lomo.

Y el disparate fue in crescendo, tanto en emisoras de radio como en panfletos digitales al servicio de Su Florentineza, para alcanzar su cénit en un programa televisivo nocturno, según ellos de máxima audiencia, que compite en franja horaria con el tarot y la teletienda, donde el nivel de disparates alcanzó cotas delirantes.

3.- Los borregos balan

Pero una vez más el objetivo estaba conseguido: el Madrid había robado – perdón, ganado (pero ganado tanto del verbo ganar, como conjunto de borregos) -, la caverna había mentido y así consiguieron tener a la borregada balando por las redes sociales y por las tertulias de las barras de los bares.

Y hasta la próxima ocasión, que seguro que no tardará en llegar, aunque no será este fin de semana. En esta jornada liguera el todopoderoso sexto clasificado de LaLiga se enfrentarán a un equipo bizcochable como el Espanyol, cuyo único objetivo de la temporada es competir con el Getafe por ver quién se arrastra más ante al Visir de Chamartín. Seguro que antes del comienzo del partido en la corrala del Bernabéu atronará un «¡Beeeee, beeeee, beeeee!!!» para recibir a sus héroes. @Bajarlaalpasto

 

Cristiano Ronaldo ya es ‘el Defraudador de Oro’

CR0Sin duda hoy más que nunca retumba el grito popularizado por el periodista Manolo Lama de «¡Ay mi madre el bichooooo!», dedicado a ensalzar las hazañas de Cristiano Ronaldo, el buque-insignia del Real Madrid desde el año 2009. Y es que la Sección de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid acusó al futbolista Cristiano Ronaldo de defraudar 14,7 millones a Hacienda, utilizando una estructura societaria creada en 2010, el año siguiente a su fichaje por el club blanco, para “ocultar al fisco las rentas generadas en España” por sus derechos de imagen, algo que supone un incumplimiento “voluntario” y “consciente” de sus obligaciones fiscales en este país.

En un primer momento, los medios de comunicación afines al nazionalmadridismo controlados por el Visir de Chamartín, en un intento de desligar la imagen de la Casa Blanca con ese escándalo, han publicado la noticia mostrando imágenes del jugador merengue con la camiseta de la selección portuguesa o, como en el caso de El Mundo, con una camiseta blanca sin escudo. Supongo que lo siguiente será referirse al ya popularmente conocido como #CR14 como «el icono del Manchester United» en una maniobra bochornosa y ridícula de dejar al margen del presunto fraude fiscal al club merengue.

Lo que sí ha conseguido Cristiano Ronaldo, en su obsesión por desbancar a Messi, ha sido defraudar a las arcas públicas españolas mucho más dinero que el crack argentino del Barça, ya que si éste fue denunciado y condenado por un fraude de 4,1 millones de euros, la vedette de Madeira lo ha superado ampliamente hasta llegar a los 14,7 millones, y eso que 12 milloncejos de nada se quedaron por el camino por un quítame allá esas pajas al prescribir lo defraudado durante los ejercicios 2009 y 2010.

Ahora está por ver si la masa aborregada que acudió hace unos años al Franco Arena con las caretas de Cristiano Ronaldo para mendigar un Balón de Oro que no se merecía, serán capaces de volver a hacer el ridículo para pedir en esta ocasión – utilizando esas mismas caretas – que no le concedan el título de Defraudador de Oro, para el que ha acumulado tantos méritos.

En estos momentos la pregunta es: si Messi fue considerado «el capo mafioso de una organización criminal» por haber defraudado 4,1 millones de oro, ¿cómo se catalogará a Cristiano Ronaldo? ¿Directamente como El Padrino o por el más chusco la Lola Flores de Football Leaks? @Bajarlaalpasto