El pasado viernes, con motivo del derbi del fútbol gallego, el tren de la primera división del fútbol español pasaba por Riazor, y el Depor no quiso dejarlo escapar. Blaquiazules y celestes se enfrentaron en un duelo fratricida con el fantasma del descenso al acecho. Para el Depor era la última oportunidad de afrontar con ilusión las diez últimas jornadas del campeonato para intentar el más difícil todavía, mientras que para el Celta suponía acercarse a la salvación y dejar prácticamente sentenciado a sus vecinos.
Pero el cuadro coruñés, tras una nefasta temporada a nivel deportivo unido a los problemas económicos que han motivado que se encuentre intervenido judicialmente, estaba en deuda con su afición a la que debía corresponderle dándole una alegría. Y qué mejor bálsamo que vencer al gran rival, jugando un partido a un buen nivel, y que además le permitirá encarar los próximos partidos con la ilusión de pelear por la permanencia.
Es digno de destacar la labor de mentalización que ha ejercido Fernando Vázquez sobre sus jugadores. El entrenador gallego ha transmitido al equipo y a los aficionados ilusión por conseguir el milagro, insistiendo en que la única forma de lograrlo es remando todos en la misma dirección. A nivel futbolístico, tras unos partidos un poco titubeantes, parece que apostará por un equipo fuerte en defensa, pero con una salida de balón con calidad, tarea encomendada a Juan Domínguez y Valerón.
El caso del jugador canario merece un comentario aparte. Jubilado por Lotina hace un par de temporadas, Oltra lo recuperó para dirigir el juego ofensivo del equipo, y Vázquez está dispuesto a darle los galones confiando en que, gracias a sus calidad y a su indiscutible deportivismo, realice un esfuerzo y deje sus últimos destellos de magia con el propósito de retirarse por la puerta grande dejando al Depor de sus amores en primera división. Y ojalá que sea el primer gran jugador en muchos años que, después de colgar las botas, pueda seguir aportando su sabiduría trabajando para el club en otras funciones.
La tarea de la salvación se presenta muy complicada y la clave estará en los dos próximos partidos (Mallorca y Zaragoza). Por ello y para conseguirlo, es el momento en el que directiva (o lo que quede de ella), cuerpo técnico, jugadores, afición, medios de comunicación y todas las fuerzas vivas de la ciudad den un paso al frente al grito de ¡FORZA DEPOR!
La verdad es que el próximo partido es superimportante, jugamos con el Mallorca y tenemos que sumar los tres puntos para encarar la próxima visita del Zaragoza a Riazor. Si ganamos puede ser un punto de inflexión, pues el Madrid y el Barcelona juegan contra nuestros rivales directos.
Apertas,
Fede
Ganar en Mallorca nos permitiría seguir con la ilusión de pelear por la salvación. Lo que espero es que tanto Barça como Real Madrid no le hagan regalitos a nuestros rivales directos y ganen sus partidos.