Mourinho es como los niños pequeños: en cuanto ve un charco no puede resistirse a meterse en él y ponerse a chapotear. Además en su caso si no hay charco, él mismo coge la manguera y se lo inventa.
Tras los desencuentros durante la temporada con Casillas, Ramos o el desagradable episodio con el periodista Meana, este año el madridismo estaba pasando por una etapa tranquila, lo que le llevó a conseguir eliminar al Barça y al Manchester United en la Copa del Rey y en la Champions League, respectivamente. Además en Champions volvió a tener suerte en el sorteo de cuartos de final, emparejándose con el Galatasary turco, de la misma forma que en las dos ediciones anteriores y esta ronda jugó contra Tottemhan y Appoel, rivales considerados como de perfil bajo.
Pero todo era demasiado plácido y por eso Mou, con cuatro meses de retraso, acaba de provocar un incendio que nadie en su club es capaz de entender, ya que no tiene una explicación lógica arremeter contra la FIFA a estas alturas lanzando una burda acusación sin pruebas, como sucede en todas las guerras que inicia el técnico portugués.
Cuando Mourinho recibió el galardón de la FIFA como mejor entrenador del año 2010, allí estuvieron Del Bosque y Guardiola aplaudiendo la concesión de dicho premio. En cambio este año Mou, con el consentimiento de su club, no acudió a la entrega alegando que tenía que preparar un partido de Copa contra el Celta. Y ahora se destapa afirmando que no acudió a la gala porque hubo irregularidades en las votaciones, sin aportar ninguna prueba que demuestre tan grave acusación.
Además el argumento esgrimido por Mou es falso, ya que los votos no se conocen hasta después de celebrada la gala, con lo cual es imposible que con anterioridad tuviese conocimiento oficial de la elección de cada votante. Lo más probable es que algún quedabien de su entorno le dijese que le iba a votar, posteriormente no lo hiciese, y al final se quedó con el culo al aire al publicarse las votaciones.
Es más, si en la votaciones del Balón de Oro 2012 hubo alguna situación irregular, ésta fue la provocada por sus compatriotas, ya que Cristiano Ronaldo, que tenía que votar como capitán de Portugal, renunció y cedió su derecho de voto de forma vergonzosa a Bruno Alves, para que éste le diese la máxima puntuación.
Lo que sí parece claro es que, por el contrario, sí que recibió votos que en condiciones normales no hubiesen sido para él. Porque nadie se cree que Casillas le otorgase cinco puntos, situándole por delante de Del Bosque, sino es porque sabía que el no hacerlo podría haber provocado un cisma en la casa blanca.
Mourinho ha vuelto a demostrar que se cree el ombligo del fútbol mundial, y lo que va a conseguir es pasar de ser considerado un buen entrenador a ser tomado a broma siempre que habrá la boca. Es más, en uno de los numerosos chascarrillos que han surgido en estos días se afirma que lo próximo que va a hacer va ser denunciar irregularidades en la concesión del último Premio Príncipe de Asturias del Deporte a Xavi y Casillas.
Lo cierto es que a Mourinho le gusta hablar de todo menos de fútbol… ¿será porque de este tema es del que menos sabe?
Tienes mucha razón. Lo que más me llama la atención es que nunca habla de fútbol: de sistemas de juego, de presionar el balón, defensa adelantada, control de juego o entrar por las bandas. Jamás. Esto es debido a sabe que cualquier pronunciamiento sobre un modo determinado de jugar puede ser cuestionado. Él vive de periodistas deportivos poco profesionales y medios de comunicación «hooligans» y poco serios. Prevalece la anécdota, lo secundario, frente a lo importante, que es el fútbol. Él se sabe un filón para los medios, los medios así lo han entendido y da titulares. Un ejemplo: Rakitic del Sevilla metió un auténtico golazo, propio de Messi, al Zaragoza cogiendo el balón en medio campo y regateando a todo el que salió a su paso. En los telediarios sólo apareció el disparo final a gol, mientras que tuvimos que aguantar las tediosas tomas de jugadores bajándose de un autobús con los cascos puestos ó ruedas de prensa con retahila de topicazos. Estamos perdiendo el fútbol por culpa de lo accesorio. Antes veíamos Estudio Estadio no sólo los goles, sino grandes jugadas, paradones, detalles técnicos. En ese terreno se mueve Mourinho como pez en el agua, maneja los tiempos, se dosifica, se esconde cuando hay tormenta y cuando sale el sol busca pelea, lanza un zarpazo y los medios se encargan de amplificar la necedad. Casualmente cuando España se juega la clasificación, trata de descreditar los logros de Del Bosque, poniendo entre la espada y la pared a los españoles del Madrid que «no han pasado por su aro». Es una persona que necesita tanto subrayar su autoridad, porque no es capaz de conseguirla por otros medios, como sería encandilar con su forma de jugar al fútbol. Ha conseguido que se le identifique a él por encima del equipo en el que entrena. Él ha ganado los títulos, no sus equipos.
Su idea de ver el fútbol no es muy moderna: magníficos futbolistas, con enorme potencial físico, que superan fácilmente a los rivales inferiores y que, cuando juega con rivales análogos, plantea partidos al contraataque, que es reconocer a priori una inferioridad técnica que se suple con una defensa férrea y unos contragolpes rápidísmos de jugadores explosivos, lanzados por pases de Xavi Alonso u Ozil . Lo vimos en el Oporto o en el Inter. Por cierto, contra el Oporto éramos favoritos, pero a Mourinho le va bien jugar la vuelta fuera de casa. La vergüenza que supone plantear un catenachio en tu propia casa, él la suple distrayendo la atención con marrullerías. Es una forma de entender el fútbol que le ha dado rendimientos, pero hace mucho tiempo que está inventada. Creo que en el Bernabeu hay gente que ha visto ya mucho fútbol y no le cuela, aunque no son los más ruidosos. Ésos sólo navegan a favor de corriente.