Estremecedoras declaraciones del exmadridista y ahora tertuliano Manolo Sanchís en las que desvela un suceso paranormal sucedido en el viaje del Real Madrid a Tenerife en la última jornada de la liga 1992/1993. Fíjense si lo acontecido fue extraño que Sanchís, conocido por haber sido el cómplice de Juanito en el pateo a Matthäus, ha tardado 23 años en recordarlo y en poder verbalizarlo… lo dicho, estremecedor.
Según desvela ahora, en el vuelo que trasladaba al equipo meregue a Tenerife surgió un problema en el avión, lo que provocó que la temperatura dentro del mismo ascendiese hasta los 60º, que es más o menos el doble de la que hay habitualmente en el desierto de Gobi.
A partir de ahí, el avión se convirtió en una sucursal del camarote de los hermanos Marx, con los jugadores desnudándose en la cabina. Bueno, todos menos Paco Buyo quien acordándose del fresquito que pasó en Betanzos en sus tiempos mozos exclamó: “carallo, para un día que fai calor…”.
Y la odisea continuó. El avión-sauna volvió a Barajas y Ramón Mendoza le pidió a Mario Conde su avión, probablemente en el que viajaba a Suiza y a Panamá; vamos, como yo cuando le pido la bicicleta a mi vecino para ir a comprar el pan. Después, viaje a la isla y unos jugadores que perdieron cinco kilos (uno menos en Canarias) antes del partido y una liga tras 90 minutos delirantes.
En fin, toda esta pamema nos la cuenta Sanchís, casualmente en el diario AS, donde su director en su día se sacó de la manga el Villarato, germen del que surgieron el uefarato, el calendariato, el tendón rotulianato… ¡y ahora el avionato! @Bajarlaalpasto