«Los sabios hablan porque tienen algo que decir; los tontos hablan porque tienen que decir algo.» – Platón, filósofo griego.
Podría entender que para los seguidores del equipo que ha ganado más mundiales que Brasil y que cuentan con el autoproclamado mejor jugador de la historia, acabar la primera vuelta de la liga en la cuarta posición, a 19 puntos puntos del líder el FC Barcelona, les haya ocasionado una diarrea mental que no les permite razonar.
Y digo «podría» porque, conociendo el pelaje de los predicadores y profetas que (des)informan sobre la actualidad del Real Madrid, mucho me temo que esa falta de raciocinio está más bien motivada por la indigencia intelectual que les caracteriza. Es más, si leyesen la frase que encabeza este post seguro que preguntarían «y ese Platón, ¿jugó en Panathinaikos o en Olympiacos?»
Por eso no me extraña que, ante la sonrojante primera vuelta firmada por su equipo, intenten lavarle la imagen para contentar a su amo, sin importarles quedar como auténticos analfabetos funcionales defendiendo lo indefendible. Y es que la última ha sido de traca.
La perogrullada que se les ha ocurrido ha sido la de hacer una clasificación ¡con los resultados conseguidos en las primeras partes! Y de ese estudio absurdo ha salido que su Real Madrid sería líder de dicha clasificación. Pues nada, ¿y ahora qué pretenderán? ¿celebrar esa mamarrachada con una rúa y acabar en Cibeles? Lo gracioso es que si solo se tuviesen en cuenta los resultados de las segundas partes, el cuadro merengue estaría fuera de los puestos europeos y flirteando con el descenso. Vamos, otra gilipollez.
Lo chusco es que los defensores de esta pamema son los mismos que alardeaban la temporada pasada de ganar partidos en el minuto noventa y ramos, y quienes también presumen de que «noventa minuti en el Bernabéu son molto longos», como dijo su idolatrado Juanito, quien, de seguir las cosas así, seguro que será invocado para una nueva ouija para ayudarles a conseguir la clasificación, cuanto menos, para la Intertoto.
Y es que si Zidane en su primera temporada en el Real Madrid fue para la caverna el campeón moral de la liga, ahora suma a su palmarés el título de campeón de invierno de las primeras partes. Lo triste es que la borregada merengue, lejos de hacer autocrítica, traga con la alfalfa que le suministra la caverna, que ya está maquinando el término con el que camuflarán una posible eliminación en la Champions ante el PSG, y que bien podría ser «el Madrid cesa temporalmente su idilio con la orejona». @Bajarlaalpasto