El entrenador del Real Madrid (porque ya tiene el título, ¿no?) Zinedine Zidane se ha marcado el firme propósito de contentar a todos los aficionados merengues. Pero si eso es difícil en cualquier aspecto de la vida, ya no digamos en el proceloso mundo del fútbol, donde todos somos entrenadores (la mayoría sin título, como Zidane hasta hace bien poco).
Aunque tiene abiertos varios frentes dentro de su vestuario, ahora mismo el principal debate que el madridismo le plante a su técnico es quién debe jugar de delantero centro, Benzema o Morata.
La casta del Real Madrid, con su presidente a la cabeza y acompañado por los inquilinos de la zona noble del Bernabéu y por todos sus palanganeros, lo tiene claro y ni se plantea que Benzema pueda empezar los partidos desde el banquillo. Aclaro que me refiero al banquillo de suplentes porque ya hemos tenido ocasión de verlo en el banquillo como acusado de los delitos más variopintos.
Por otra parte la gente, el aficionado de pie aborregado al que la caverna intenta alimentar con dosis diarias de alfalfa, en cuanto tiene un momento de lucidez comprueba que Morata aporta más soluciones al equipo y reclama su presencia, aunque con poca fe sabiendo que el que hace las alineaciones es el Visir de Chamartín y que la BBC jugará sí o sí por mandato presidencial.
Pero en la última jornada de Liga de Campeones y demostrando un desprecio absoluto por el rival, el Legia de Varsovia, Zidane se inventó un sistema de juego demencial para contentar tanto a la casta como a la gente metiendo con calzador al pobre Morata en medio del tridente de intocables. El resultado fue una indescifrable chapuza táctica que hizo que los malpensados volviesen a peguntarse en qué tómbola ha conseguido el francés el título de entrenador.
Debe ser por asociación de ideas que escribiendo sobre Florentino Pérez y Benzema he recordado una frase de la película sobre la mafia “Uno de los nuestros” que decía “¿No te dije que no hicieras nada que llamara la atención?” Apuesto a que algo parecido le habrá espetado el presidente a su entrenador tras el ridículo protagonizado en tierras polacas. @Bajarlaalpasto