Tras la justísima eliminación del Barça en los cuartos de final de la Champions ante la Juve, el interés estaba en ver cómo tratarían (des)informativamente el tema desde la caverna. Lo que sucedió por la noche en el pesebre de Pedrerol, en principio, no me interesa porque es un programa dirigido y protagonizado por indigentes intelectuales, destinado a una masa aborregada predispuesta a rumiar y a regurgitar la alfalfa que le suministran noche tras noche sin ningún criterio. Nunca ha sido nada más que eso, ni tiene pasado ni, espero y deseo, tiene más futuro que seguir compitiendo con programas del tarot y de teletienda.
Pero las portadas de hoy de As y de Marca le han dado una vuelta más al columpio, y son un compendio en el que se fusionan el mal gusto, la mediocridad y los complejos de dos medios de comunicación, con un pasado más que respetable, pero que ya llevan años embadurnando sus cabeceras chapoteando en las cloacas del haciendo un periodismo de alcantarilla.
La portada de As es especialmente vomitiva. Si ya me lo pareció en cuanto la vi a primera hora en internet, me quedó más claro cuando a media mañana salí, como hago habitualmente, a tomar una caña y a ojear la prensa. En el bar en el que estaba se encontraban dos chavales – no tendrían más de 18 años – escarallándose de risa mientras contemplaban la foto de la portada de As con comentario del tipo de «coño, que pena que Messi no se hubiese partido el cuello y se hubiese quedado paralítico, jajaja». Otros comentarios, jaleados por gran parte de la concurrencia, son sencillamente irreproducibles. Enhorabuena Relaño, objetivo conseguido… menudas risas, ¿verdad?
Por su parte, Marca realizó una interpretación tan equivocada como malintencionada sobre la que sucedió en el Camp Nou cuando, tras al finalizar el partido y confirmarse la eliminación del Barça, el público se quedó ondeando sus banderas, cantando y animando a sus jugadores. Destacar que «el Camp Nou despidió al equipo como si fuera el fin de una era gloriosa» es la manifestación de un deseo por parte de una patulea de acomplejados que llevan muchos años viendo como el equipo culé ha ganado todos los títulos posibles, adornados con un sextete (nadie más en el mundo sabe lo que es eso), dos tripletes (sí, dos tripletes, otro caso único), todo ello salpicado además con resultados históricos como los 2-6 y 0-4 en el Bernabéu o la manita al Moudrid en Barcelona.
En el caso de Marca la mamarrachada se completó con una encuesta delirante sobre el mismo tema. Entiendo que los palanganeros que han puesto un título universitario y su decencia al servicio de ese panfleto no soportan que el barcelonismo esté unido ante una derrota, sin duda muy dolorosa, y que se sientan orgullosos y presuman de equipo. Pero esa es la gran diferencia con el club al que J.I. Gallardo y sus adláteres rinden pleitesía a cambio de intereses espurios, que nunca han sabido perder y mucho menos ganar.
Estas dos portadas vomitivas demuestran hasta que punto el nazionalmadridismo sigue rabioso y echando espumarajos por la boca, y por eso celebran la eliminación del FC Barcelona – gracias a otro equipo, por supuesto, porque saben que ellos jamás lo conseguirían -, conscientes de que entre eso, los Kuipers, Clattenburgs y Kassais de turno y las juegos malabares con las bolas de los Infantino’s boys, están más cerca de desprestigiar un poco más la competición para mayor gloria del Visir de Chamartín. @Bajarlaalpasto