El Comité de Competición y Gil Manzano se ensañan con Lewandowski

«Si permaneces neutral en una situación de injusticia entonces estás del lado del opresor.» – Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz.

El Comité de Competición confirmó la tropelía iniciada en El Sadar por Gil Manzano, quien desde el minuto uno puso de su parte todo lo posible para que el Barça perdiese frente al Osasuna, y de esta forma el Madrid pudiese llegar como líder al parón mundialista.

Así, tras conceder un gol ilegal a los navarros, obsequió a los aficionados con otro de sus conciertos de silbato, con lo que consiguió, un partido más, desquiciar a los jugadores azulgranas, por su parcial interpretación del reglamento y su criterio a la hora de mostrar la tarjetas.

Y es que el currículum del chufletero de Don Benito está plagado de decisiones contrarias a los intereses del equipo culé, entre las cuales cabe destacar que posee un póker de jugadores expulsados difícil de igualar: Neymar, Luis Suárez, Messi y Lewandowski.

Pero si su actuación sobre el césped fue demencial, a la hora de redactar el acta del partido le dio una vuelta más al columpio, recreándose en la descripción del comportamiento de Lewandowski tras su expulsión, no limitándose a contar lo que todos vimos, sino entrando a valorar unos gestos del goleador polaco, como si fuese un experto en el lenguaje de signos, sabiendo las consecuencias que tendría en la resolución del Comité de Competición.

Y así, el mismo Comité que permitió hace unos días que Ancelotti se fuese de rositas tras acusar a un arbitro de inventarse un penalti, ahora ha sancionado al goleador azulgrana con tres partidos de suspensión por tocarse las narices mientras abandonaba el campo.

Tras esta ignomina, el FC Barcelona ha anunciado que recurrirá ante el Comité de Apelación -mismos perros con distintos collares- para rebajar el castigo. Muchos pensamos que ese es un paso que el club tiene que dar, pero que tendría que ir acompañado de una declaración pública denunciando el trato sufrido sistemáticamente por Gil Manzano, acompañado por un vídeo en el que se detallen sus sucesivas actuaciones prevaricadoras.

Por desgracia, no se hará nada de eso y, probablemente, Apelación rebaje un partido de sanción al jugador y aguantaremos hasta el próximo atraco, en el que nos volveremos a echar las manos a la cabeza mientras seguiremos tocando la pandereta. @Bajarlaalpasto

NOTA: Para que no haya ninguna duda con lo que quiero reflejar en el titular del post, recuerdo que la R.A.E. define ensañarse como ‘deleitarse en causar el mayor daño y dolor posibles a quien ya no está en condiciones de defenderse’. 

Al Comité de Competición: ¡vosotros sí que sois ridículos!

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El pasado lunes publiqué un post titulado Mestalla y la caverna se echan al monte en el que repasaba lo que había sucedido en el estadio valencianista durante la celebración del partido de liga entre el Valencia y el FC Barcelona, que finalizó con el lamentable lanzamiento de una botella y de otros objetos sobre los jugadores culés mientras festejaban el gol de la victoria. Han pasado dos días desde la publicación de dicho artículo y está claro que me quedé corto en el título, ya que ahora el correcto sería “Mestalla, la caverna, Tebas y el Comité de Competición se echan al monte”.

Me explico. En la noche del pasado lunes Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional y reconocido madridista como bien le gusta resaltar siempre que tiene un micrófono delante, declaró  a SportYou – en otras lindezas y refiriéndose al episodio de la botella en cuestión – que le daría vergüenza fingir como los jugadores del Barça, añadiendo que «es un tema del Comité de Competición. Creo que ese tipo de conductas tienen que ser sancionables». Vamos, que fijó el objetivo.

Dos días después, para bochorno de la justicia deportiva española, el Comité de Competición cumplió en parte la recomendación del todopoderoso mandamás del fútbol español  y, después de sancionar al Valencia con una multa irrisoria tras ser reincidente y sin valorar también un lanzamiento que impactó en Alcácer, sentenció con que “el comportamiento poco ejemplar de algunos jugadores del FC Barcelona les descalifica y ridiculiza por sí solos”.

Y digo “en parte” porque el Comité no sanciona a jugadores del Barça como le sugirió Javier Tebas, pero sí que abre un melón que seguro que dejará un sabor amargo que provocará indigestiones en el futuro. Su resolución se queda en una peligrosísima indefinición como es referirse en abstracto a lo que es provocar o fingir, y como es apuntar a “algunos jugadores” sin nombrar cuáles son a los que acusa de “comportamiento poco ejemplar”, y sin detallar cuál ha sido ese comportamiento y en qué disposición se recoge que merezcan ese calificativo. La guinda es que según ellos “les descalifica y ridiculiza”, calificativos tan huecos como subjetivos.

Es decir, que “el comportamiento poco ejemplar” podría ser que algún jugador se metió el dedo en la nariz o que otro se rascó las cachas. En serio, señores miembros del Comité: como profesionales del derecho que son, limítense a acusar a quienes hayan cometido alguna conducta sancionable detallando en que reglamento aparece recogida, aplíquenles la sanción que estimen según dicho reglamento y denles pie para recurrir y alegar lo que estimen oportuno en su defensa. Lo que han hecho ustedes es propio de debates de barra de bar, que seguramente tendrán mucho más sentido que su disparatada resolución.

Para finalizar, los jugadores del FC Barcelona han sido víctimas de una agresión, por mucho que Mestalla, la caverna, Tebas y el Comité de Competición se hayan echado al monte para darle la vuelta a la tortilla, y no han recibido protección desde ningún organismo. Esperemos que los espectadores que acuden a los estadios tengan más sentido que ustedes y que no tengamos que lamentar ninguna tragedia de la que, sin duda, ustedes serían los responsables. @Bajarlaalpasto