Lo peor que puede ocurrirle a un premio para que pierda prestigio es concedérselo a quien no se lo merece. Y eso es lo que ha sucedido en esta edición del Balón de Oro organizado por la en otrora prestigiosa revista France Football que, amparándose en la ineptitud de unos (pseudo)periodistas más preocupados de mantenerse en el pesebre que de cumplir con su obligación, nombró a Cristiano Ronaldo como mejor jugador del año ante el asombro del mundo del fútbol.
Este despropósito lo han intentado argumentar recordando que Cristiano Ronaldo – no el Real Madrid – ganó la Champions League y que Cristiano Ronaldo – no Portugal – ganó la Eurocopa. Lo que habría que matizar es que el Real Madrid y Portugal ganaron la Champions y la Eurocopa, respectivamente, a pesar de futbolista portugués.
En el camino hacia la undécima, el equipo merengue se vio favorecido por unos sorteos a la carta que le enfrentaron a equipos de perfil bajo y a una final que ha pasado a la historia como el atraco de Milán, y aun así la vedette de Madeira solo destacó frente al Getafelsburgo en el Bernabéu – perdón Wolfsburgo – al que le marcó tres goles de chufla: uno de empujar, un segundo de cabeza en el área pequeña y un tercero en un mal lanzamiento de falta que se tragó la barrera. Porque hay que recordar que en las semifinales no apareció y que en la final fue, sin discusión, el peor de su equipo.
Real Madrid y Portugal ganaron la Champions y la Eurocopa a pesar de la vedette de Madeira
Y en la Eurocopa no hizo mucho más, jugando ante potencias como Islandia, Austria, Hungría, Croacia y Gales, antes las cuales lo más destacado fueron dos goles que le marcó a un portero húngaro cuarentón, con barriguita y que jugaba con pantalón de chándal de algodón, como si estuviese en un partido de solteros contra casados en una fiesta de pueblo. Porque en la final se borró en cuanto recibió la primera falta, convirtiéndose desde la banda en la cheerleader de su selección… vamos, el equivalente a nuestro racial Manolo ‘el del bombo’, pero en versión depilada y con tableta de chocolate en vez de tripita.
Al final maquilló un mal año con un montón de goles intrascendentes – ninguno de bella factura ni de crack -, pero que consiguieron dejar en un segundo plano la media docena de agresiones que protagonizó, todas ellas sin castigo por parte de los árbitros y sin denuncia de los medios de comunicación que prefirieron ponerse de perfil y silbar melodías.
Pero es curioso que el argumento de “ganar títulos” solo haya servido para otorgar el Balón de Oro, porque el de Bronce se lo han concedido a Griezmann, un buen jugador que se vino abajo en las dos finales que disputó – precisamente contra Cristiano Ronaldo -, y que acabó el año sin levantar ningún trofeo.
¿Y qué decir del resto de la lista? Pues que es un auténtico despropósito, con la presencia de jugadores de relleno como Pepe o Rui Patricio, el sobrevalorado Pogba o el jubilado Ibrahimovic, por delante de Modric o de Iniesta – que no consiguió ningún voto – o las ausencias de Piqué y Marcelo, unidas al ya habitual olvido de Busquets.
La revista France Football destaca que en la votación han participado 193 periodistas especializados, y eso es precisamente lo más preocupante del resultado. Porque tendría que aclararnos ¿especializados en qué? En fútbol desde luego que no. ¿Y en periodismo? Pues me temo que tampoco, a no ser que consideremos periodistas a juntaletras que escriben – y votan – al dictado con los pantaloncitos por los tobillos. Y el principal ejemplo lo tenemos en el representante español que participó en las votaciones, ¿verdad don Alfredo? @Bajarlaalpasto
Ahí, ahí. El Visirato manda! France Football obedece. Al menos no se avergonzaron publicamente con una gala.