Cuatro capitanes culés y un funeral

«La culpa ha sido mía, yo soy el único cabrón de esta historia…» – Hugh Grant en la película ‘Cuatro bodas y un funeral’.

Uno de los momentos más famosos de la historia de la liga es el desenlace de la que se disputó la temporada 1993/1994, que finalizó con el famoso penalti fallado por Djukic que le habría dado el título al Deportivo de La Coruña, y que se acabó celebrando en Barcelona en la que fue la cuarta liga consecutiva del ‘Dream Team’ de Cruyff. Al final el partido y con un Riazor desolado, un abatido Arsenio Iglesias se presentó en la rueda de prensa y soltó una de las frase que debería formar parte de cualquier compendio de filosofía que se precie: «Mucho que decir y poco que contar».

Han pasado 27 años desde ese episodio y, al acabar el esperpento protagonizado por el Barça en Vallecas, lo primero que me ha venido a la mente en la sentencia de o Bruxo de Arteixo; y es que cómo se puede explicar el delirante inicio de temporada del equipo blaugrana, que tras diez jornadas suma unos paupérrimos 15 puntos (la mitad de los posibles), producto de cuatro victorias, tres empates y tres derrotas, casualmente todas contra conjuntos madrileños, marcando unos ridículos 15 goles y encajando 11, destacando que en varios partidos el primer disparo entre tres palos ha acabado en las redes de la portería de Ter Stegen.

A la hora de buscar culpables seguro que la responsabilidad está compartida, empezando por la junta directiva, siguiendo por el cuerpo técnico y acabando por los jugadores, y dándole también su parte a los servicios médicos, a los que por la forma en la que están gestionando y tratando las lesiones habría que recordarles la máxima «si juegas a los médicos, hazlo sin pacientes reales», y a todos esos metemierdas que desde los medios de (des)información y desde las redes sociales pululan cerca del club y que son expertos en provocar incendios y en ofrecerse para apagarlos con gasolina.

Los antiguos romanos, que eran gente sabia y de buen razonar, decían que «el pescado se empieza a pudrir por la cabeza«. Y en el caso del Barça está claro que tanto el presidente Laporta como su antecesor Bartomeu, en unas ocasiones por acciones y en otras por omisión, tienen su cuota como máximos responsables de la institución; tampoco puede escapar de la quema un Koeman sobrepasado por los acontecimientos y que, como entrenador, está demostrando tener menos cintura que cuando era el último defensor en su etapa como jugador.

Pero en esta ocasión quiero dedicarle unas líneas a un cuarteto que lleva formando parte activa de los últimos estropicios que ha sufrido el FC Barcelona, que no son otros que sus cuatro actuales capitanes: Busquets, Piqué, Alba y Sergi Roberto. Y es que, por poner una fecha dolorosa en el recuerdo de los aficionados, los cuatro estuvieron en el vergonzante 3-0 de Roma y también acudieron puntuales a las sonrojantes citas europeas con el Liverpool (4-0), Bayern (2-8) Juventus (0-3), PSG (1-4) Bayern (0-3) y Benfica (3-0). Por el medio, también derrotas dolorosas en competiciones domésticas y una falta absoluta de nivel competitivo, tanto ante los grandes del fútbol español, como Real Madrid o Atleti, como últimamente ante sus nuevas bestias negras, como el Granada City, el Bayern de Cádiz, el Getafelsburgo o el Inter de Vallecas.

Resulta triste y preocupante comprobar que en la mayoría de las ocasiones en las que los cuatro capitanes están sobre el campo, el partido acaba en un funeral. Y es que Busquets no es capaz de llevar la manija de un equipo blandito, Piqué tiene otras prioridades que le ocupan mucho tiempo, Alba llevaba años viviendo de los caramelitos que le regalaba Messi y Sergi Roberto es un futbolista intrascendente con un juego más insulso que un bocadillo de miga de pan.

El problemas es que, cuando otros capitanes como Puyol, Xavi o Iniesta vieron que su momento había llegado y los tres pactaron una salida con honores del club de su vida, los actuales portadores del brazalete se han agarrado a sus contratos, cediendo únicamente en diferir la duración de los mismos para no perder ni un céntimo, y al poder que tienen en el vestuario para impedir la renovación a fondo que se debería practicar en la plantilla. Y con este comportamiento irresponsable, el aficionado culé seguirá asistiendo a un funeral tras otro mientras espera la resurrección de un equipo muerto y enterrado. @Bajarlalpasto1

En defensa de Sergi Roberto

SR falta

Para empezar, una par de aclaraciones: ni Sergi Roberto necesita mi defensa ni pretendo con este post disculpar el juego duro. Dicho esto, también quiero dejar claro que Sergi Roberto no es un futbolista agresivo, ni violento, ni mucho menos malintencionado. Es más, esta temporada Sergi Roberto es el futbolista de LaLiga que recupera más balones con menos faltas cometidas.

El pasado jueves, durante el partido de ida de semifinales de Copa del Rey que disputaron Barça y Valencia, es cierto que el lateral azulgrana cometió una entrada peligrosa sobre Andreas Pereira, a consecuencia de la cual el portugués resultó lesionado. La entrada, que se produjo durante la disputa de un balón, fue dura, a destiempo, evitable y merecedora de tarjeta roja. El árbitro, parece que a instancias del línea, interpretó la jugada como falta y tarjeta amarilla. Y a partir de ahí, la caverna ya se lanzó a degüello sobre su presa, Sergi Roberto.

superdeporte

Tras el ridículo firmado por el Madrid en Liga y Copa, y a la espera de ver si se libran de un tercer ridículo en Champions, ahora el trabajo de los palanganeros mediáticos consiste en enfangar la gran temporada que está firmando el FC Barcelona, con una consigna clara: todo vale. Y así en estos días se han cebado en la figura del canterano culé, llegándole a comparar con los peores carniceros de la historia del fútbol, muchos de los cuales han pateado rivales enfundados en la camiseta merengue. También es digna de mención la vomitiva portada de un panfleto que denigra la profesión de periodista y que reproduzco.

Entiendo perfectamente que la caverna se indigne ante la entrada en plancha de Sergi Roberto, aunque no es la primera vez que se les enciende el pelo por una plancha suya. Y es que hay que recordar que la vez anterior en la que Sergi Roberto disputó un balón con su pie en alto no provocó una lesión, sino miles de perforaciones de ojetes muchas de las cuales todavía están sin cicatrizar. ¿Recordáis la jugada a la que me estoy refiriendo? Pues eso. @Bajarlaalpasto

SR

 

Luis Enrique apuesta por el 3-4-3

luis-enriqueSe preguntaba Johan Cruyff cuando era entrenador por la necesidad de jugar con tres o cuatro defensas cuando los rivales se presentan con uno o, como mucho, dos delanteros. Y argumentaba que, si no hacían falta tantos defensas, siempre podía alinear más jugadores creativos o atacantes para mantener el balón y generar más peligro. Ya han pasado muchos años y el debate sigue de actualidad.

Este verano el Barça facilitó la salida de Dani Alves del puesto de lateral derecho, y no ha fichado a nadie para suplir esa ausencia. El motivo: que Luis Enrique, aunque no llegó a jugar a las órdenes de Johan Cruyff, defiende el legado del maestro.

Me explico: el técnico culé le ha ofrecido a Sergi Roberto una plaza en el once titular del FC Barcelona, pidiéndole que realice un esfuerzo defensivo cuando el equipo no tiene el balón, a cambio de asegurar la posesión y el dominio de los partidos aprovechando su calidad en la elaboración de las jugadas de ataque.

Con esta apuesta se pueden producir dos variantes – dependiendo de si está o no el canterano -, ambas encaminadas a jugar con 3-4-3:

1.- Sin Sergi Roberto: tomamos como ejemplo el último partido contra el Deportivo. Tres centrales de inicio (Mascherano-Piqué-Mathieu), con Arda ocupando la banda derecha con presencia en la creación y con Digne por la izquierda, más pendiente de doblar y de ofrecer salida a Neymar que de defender. Suficiente para frenar los inocentes ataques gallegos.

2.- Con Sergi Roberto: “falso” 4-3-3 de inicio con, por ejemplo, S. Roberto-Piqué-Umtiti-Alba, pero que con el balón en su poder se convierte en el ansiado 3-4-3 al incrustarse Busquets en el medio de los centrales; estos se abren y adelantan la línea hasta casi el medio del campo, Rakitic bascula al centro para ayudar a Iniesta en la elaboración, ayudados por  los dos jugadores de banda ofreciéndose para aportar soluciones, y arriba la MSN.

Cualquiera de las dos opciones suena bien, ¿verdad? Porque además del centro del campo hacia adelante pueden intercalarse en varias de esas posiciones jugadores de la categoría de Denis Suárez, Arda, Andre Gomes, Rafinha, Alcácer…

Este planteamiento seguro que tiene éxito en forma de victorias en la mayoría de partidos que juegue el FC Barcelona. Pero está por ver si es efectivo para afrontar los encuentros más exigente que se planteen durante la temporada, tanto en liga como sobre todo en Champions. De momento, parece que Luis Enrique apuesta por el 3-4-3… ¿hasta cuándo? @Bajarlaalpasto