Si algo ha demostrado este Barça es que los títulos no se regalan y se pelean hasta el último minuto. Y así han conseguido, hasta el momento, los cuatro que han disputado esta temporada. Es cierto que el partido de ida de la Supercopa de España disputado el pasado viernes en San Mamés fue un desastre; pero no es menos cierto que fue un castigo excesivo: primer gol desde el centro del campo, pérdidas absurdas en el segundo y el tercero, y penalti regalado en el cuarto. Quedó claro, por si había alguna duda, que en el deporte profesional nadie gana nada sin intensidad y sin concentración.
Es muy difícil que el equipo de Luis Enrique juegue peor que en el partido de ida. Se supone que habrá cambios en la alineación que presentará esta noche en el Camp Nou, y la de Bajarla al pasto es ésta:
Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Mathieu; Rakitic, Busquets, Iniesta; Messi, Luis Suárez, Rafinha.
La portería necesita un revulsivo tras encajar ocho goles en los dos últimos partidos; en defensa, los centrales suplentes no han aprovechado sus oportunidades y tanto ellos como Adriano se han mostrado muy blanditos; el centro del campo tiene que ser el de las grandes ocasiones para dominar el partido; y en punta tendrá que aparecer el Messi desequilibrante, ayudado por el trabajo y el olfato de Luis Suárez. Dejo para el final el cambio de Rafinha por Pedro: de entrada, un Rafinha con libertad de movimientos cerca del área podría ayudar a abrir la defensa del Athletic, y así facilitar huecos para las llegadas de Rakitic y generar espacios para Luis Suárez; la ‘opción Pedro’ se utilizaría según fuese el partido.
Remontar un 4-0 es una tarea prácticamente imposible. Pero si algún equipo puede conseguirlo ese es el Barça, y esto también lo piensan los jugadores del Athletic. Los que duden de Messi y los suyos y los que solo se suben al carro cuando el equipo gana es mejor que hoy se aparten a un lado y que solo nos dejen a los que creemos que HUELE A REMONTADA.