‘Cómo leer el fútbol’ – Ruud Gullit

gullitComo se puede leer en la contraportada del libro, «Bienvenidos a la masterclass de Ruud Gullit» porque estamos hablando sobre «el libro que está destinado a convertirse en la Biblia de todos los amantes del fútbol».

A lo largo de sus 316 paginas, en el libro ‘Cómo leer el fútbol’ publicado por Roca Editorial de Libros, S.L. encontraremos las respuestas a preguntas como ¿Por qué los mejores defensas no tienen necesidad de cometer faltas? ¿Cómo es posible que jugar con un solo delantero sea mejor que tres juntos? o ¿Cuál es el verdadero secreto que esconde el tiki-taka?

Y todo gracias a que su autor, el holandés Ruud Gullit, nos enseña cómo observar correctamente un partido de fútbol, desde su inmejorable perspectiva como jugador, entrenador y comentarista.

Así es que no lo dudéis. Conseguid el libro, poneros cómodos… ¡y que empiece el partido! @Bajarlaalpasto

 

Este libro forma parte de mi biblioteca #LibrosFutboleros

 

‘Leyendas de la Premier’ – Alberto Fernández y Juan Esteban Rodríguez

leyendasSi te gusta el fútbol y eres un loco seguidor de la Premier League, este libro publicado en 2013 por Ediciones Seronda, S.L. tiene que ocupar un lugar preferente en tu biblioteca sobre #LibrosFutboleros. En sus 328 páginas encontrarás, según sus autores, «veinte años de la liga que ha enamorado al mundo a través de sus mejores futbolistas».

¿Quienes son los protagonistas de este libro? Pues nada más y nada menos que Gerrard, Le Tissier, Cantona, Henry, Drogba, Scholes, Shearer, Schmeichel, Owen, Rooney, Lampard, Giggs, Zola, Adams, Cole, Cristiano Ronaldo, Fowler, Ginola, Vieira y Bergkamp… ¡casi nada al aparato!

Como dice el periodista Fran Guillén en el epílogo, leyendo este libro «el lector tendrá veinte razones más para ahondar en su romance con este fútbol de gradas que silban y aúllan, de la pinta de ‘ale’ y del delirio inesperado».

Así es que no lo dudéis, amigos lectores, porque en cuanto abráis este libro por la primera página sentiréis que el árbitro ha pitado el inicio del partido y el balón ha empezado a rodar. @Bajarlaalpasto

 

Este libro forma parte de mi biblioteca #LibrosFutboleros

 

¡Que se acabe el ‘Pedrogate’!

pedroUn verano más con la misma cantinela: un jugador que filtra que se quiere ir aunque declara que se quiere quedar, su club que no le quiere dejar marchar si no es a cambio del pago de la cláusula, y varios carroñeros que acuden ráudos a intentar sacar tajada de la situación.

Y esto es lo que ha pasado con Pedro. El delantero quiere jugar más minutos y, ante la dificultad que eso supone en el Barça al estar detrás de Messi-Suárez-Neymar, se deja querer por otros clubes. Al mismo tiempo, su entrenador manifiesta que cuenta con él y que no quiere que se marche, por lo que la directiva toma la única decisión posible: Pedro se queda a no ser que quien lo quiera pague su cláusula de rescisión de contrato. Así de simple.

Lo ideal hubiese sido que esta situación se hubiese arreglado a principios de la pretemporada, porque así Luis Enrique ya sabría si contaba con Pedro o no. Hasta el momento al jugador se le ha visto nervioso y precipitado sobre el campo, seguramente por la inquietud que le provoca esta situación. Quiere jugar, cree que merece más minutos… pero quien supuestamente se los va a dar tampoco está dispuesto a solar la pasta.

Resumiendo, que si cualquiera de los Manchester – United y City – realmente quiere fichar a Pedro, que pongan 30 millones de euros encima de la mesa y el canario hará las maletas. Ahora parece que también el Chelsea de Mourinho se interesa por el jugador, con lo que parece que el ‘Pedrogate’ continuará…

Y el Chelsea consiguió su Champions League…

Tras muchos años intentándolo y gracias a la sangría de millones de libras que año tras año le ha ido inyectando su propietario, el multimillonario ruso Roman Abramovich, el Chelsea ha conseguido proclamarse campeón de la Champions League, la competición futbolística por equipos más prestigiosa a nivel mundial.

El equipo londinense comenzó el torneo encuadrado en el grupo E de la fase de grupos, con Bayer Leverkusen, Valencia y Genk, demostrando ya desde el primer partido que iba a convertir su campo de Stanford Bridge en factor determinante para ir avanzando en la competición. Así en esta primera fase se clasificó como primero de grupo, tras ganar sus tres partidos en casa, y empatar dos y perder uno como visitante.

Una vez en las eliminatorias se deshizo en octavos de final del Nápoles, remontando en casa y en la prórroga el 3-1 en contra cosechado en tierras italianas; en cuartos supero al Benfica derrotándole en dos partidos muy ajustados; y en semifinales se impuso al Barça con una increíble victoria por 1-0 en Stanford Bridge y un inmerecido empate a dos conseguido en el Camp Nou.

Además, mediada la temporada el entrenador Vilas Boas fue destituido debido, principalmente, a los malos resultados que estaba teniendo en la PremierLeague. Su sustituto, el exjugador del equipo blue  Di Matteo, devolvió el protagonismo a la vieja guardia (Terry, Lampard, Drogba), armó un equipo defensivo basado en el músculo y dejó como único recurso ofensivo la inspiración de un Drogba que jugó un último tramo de competición sencillamente espectacular.

En la final se encontró con un Bayern de Munich muy crecido, tanto por su condición de local como por haber eliminado en semifinales a un Real Madrid construido, como el Chelsea, a golpe de talonario. El partido disputado en el impresionante Allianz Arena no fue digno de una finalísima de la Champions, a no ser únicamente por la emoción del resultado; pero el juego fue pobre y ramplón, motivado una vez más porque Di Matteo atrincheró a su equipo muy atrás, dejándole todo el campo a los alemanes, para atravesar en contadas ocasiones el centro del campo.

Pero la inspiración de Cech y la pegada de Drogba fueron argumentos suficientes para jugarse el título en la lotería de los penaltis, en donde el portero checo volvió a demostrar, como ya había hecho ante Messi en semifinales y ante Robben en la prórroga de la final, que tiene una intuición especial, ya que adivinó por donde iban todos los lanzamientos de los discípulos de Heynckes.

En el deporte en general y en el fútbol en particular es una pérdida de tiempo hablar de justicia o injusticia. El resultado que vale es el que se da en el terrero de juego, y ahí los blues demostraron que se puede ser campeón con un fútbol rácano y aburrido. A todo amante del fútbol le produce sonrojo ver como Drogba acabó en el Camp Nou jugando como lateral izquierdo o como Torres se situó pegado a su lateral derecho en los minutos que jugó de la final. Es más, a pesar de haber conseguido tan ansiado título, parece que las horas de Di Matteo en Stanford Bridge están contadas.

Pero es cierto que para que un equipo pueda jugar así, tiene que tener enfrente a un rival que ofrezca otro estilo y que quiera el balón y atacar. Porque ¿quién se atreve a responde a la pregunta: alguien pagaría por ver un partido en el que los dos equipos jugasen como el Chelsea? Esperamos vuestros comentarios.

La final de la Champions League está servida

Aún con los malos resultados cosechados por Barça y Real Madrid en sus partidos de ida de semifinales, casi todos los aficionados españoles, incluido Bajarla al pasto, apostábamos porque ambos iban a remontar y que así se disputarían la orejona el 19 de mayo en el Allianz Arena de Munich.

Pero al final tanto Chelsea como Bayern hicieron valer sus armas y derrotaron a nuestros representantes, tras jugar dos partidos duros e intensos en los que hicieron valer la ventaja conseguida en sus estadios.

El Chelsea se plantó en el Camp Nou con las ideas muy claras. Defensa dura y muy poblada con dos líneas bien plantadas delante de su área y con un Drogba en punta a la espera de cazar algún pelotazo. El Barça comenzó muy bien el partido, combinando rápido y al primer toque, única forma de tumbar la muralla inglesa. Así consiguió ponerse por delante en el marcador con dos jugadas marca de la casa; pero en el momento en el que tenían que dormir el partido par irse al descanso con una ventaja de dos goles y la eliminatoria resuelta, un error propició una contra de los blues y que estos se marchasen al intermedio con el pase a la final en su mano.

La segunda parte fue un monólogo atacante por parte de los azulgranas que se estrellaron una y otra vez contra el entramado defensivo diseñado por Di Matteo, quien incluso llegó a colocar a Drogba como lateral. Ni un penalti fallado por Messi permitió ponerse al Barça por delante; y al final del partido, un balón suelto lo aprovechó Torres para empatar y consumar la sorpresa.

En la otra semifinal el Real Madrid consiguió voltear la eliminatoria en solo catorce minutos, y eso, al final, se volvió en su contra, ya que Mourinho en un nuevo alarde de racanería retrasó a su equipo, cedió la iniciativa al Bayern y los alemanes aprovecharon la ocasión para igualar la eliminatoria. Un Madrid con pocos argumentos fue incapaz de llegar al área rival con claridad y crear ocasiones, y fueron los jugadores de Heynckes quienes merecieron resolver la eliminatoria durante los noventa minutos.

Al final se disputó una prórroga que no solucionó nada y el pase a la gran final se decidió desde el punto de penalti. Ahí apareció un gran Casillas, pero su trabajo no tuvo premio ante el desacierto de Ramos y, sobre todo, de los dos fichajes más caros de la historia de los blancos, como Cristiano y Kaká. Decepción total en la Casa Blanca, ya que llevan diez temporadas sin conseguir llegar a la final de su competición favorita.

El fútbol español, en un alarde de prepotencia, llevaba desde el mes de septiembre apostando por una final española, menospreciando al resto de grandes equipos que juegan en otras grandes ligas europeas. Tanto Chelsea como Bayer demostraron su potencial y no se puede negar que ambos han hecho méritos para disputar el partido más deseado del calendario balompédico internacional. Solo nos queda desearles suerte y que nos brinden un gran encuentro. ¡Nos apasiona la Champions League!

Semifinales Champions League: ¡a remontar!

Una vez disputados los partidos de ida correspondiente a las semifinales de la Champions League se puede afirmar que, aunque no va a ser fácil, el 19 de mayo tendremos final española en Munich. Aunque los resultados de Barça y Real Madrid no son buenos, lo normal en que en los partidos de vuelta que jugarán en sus estadios consigan remontar.

El Madrid se presentó en el Allianz Arena con su equipo al completo y en un buen momento de forma. Como viene siendo habitual en los partidos importantes, Mourinho concedió la titularidad a Coentrao en el puesto habitual de Marcelo. El resto del equipo fue el que se esperaba, aunque no así el planteamiento. Con jugadores como Di María, Özil, Cristiano y Benzemá el Madrid creaba peligro cada vez que atacaba, cosa que hizo solo cuando se vió por detrás en el marcador. En cuanto empató, volvió a replegarse, cedió el control del partido al Bayern y acabó perdiendo en el último minuto.

Los alemanes jugaron como siempre, e hicieron bueno el dicho Hasta el rabo todo es Bayern. Contaban con la desventaja de que Schweinsteiger está en baja forma, lo que unido a la ausencia a última hora de Müller les mermó potencial ofensivo. Sus bazas fuero las bandas, ocupadas por Ribery y Robben, y el trabajo dentro del área de Mario Gómez. Su sistema defensivo, en general, es lo más flojo; impecable Kroos en la posición de medio centro y buen planteamiento de Heynckes.

En la otra semifinal disputada en Stamford Bridge se enfrentaron dos estilos opuestos de juego: el físico contra la clase, el músculo contra la fantasía. Venció el Chelsea gracias al único tiro que realizó, jugando en casa, entre los dos palos, contra las 24 ocasiones en las que los azulgranas bombardearon la portería de Cesch, auténtico héroe del partido.

El equipo de Di Matteo defendió desde el borde del área con nueve hombre detrás del balón, sin conceder espacios y parando el partido a la mínima ocasión. Su único recurso fueron pelotazos sin sentido a Drogba. Un dato: el bueno de Mata, el mejor futbolista blue, fue sustituido sin haber tocado el balón.

El Barça jugó durante los 90 minutos fiel al estilo implantado por Guardiola: posesiones largas, primer toque, sin delantero centro fijo, abriendo a las banda  y generando un sinfín de ocasiones, dos postes incluidos, que no quisieron entrar. Alexis, Cesc, Messi y Pedro pudieron sentenciar la eliminatoria. No lo hicieron y ahora todo queda pendiente del partido de vuelta.

Así es que esperamos que la semana que viene tanto el Santiago Bernabéu como el Camp Nou dicten sentencia y pasen los que son, sin ninguna duda, los dos mejores equipos de Europa. No será fácil porque juegan contra dos equipos muy sólidos que intentarán aprovechar sus ocasiones y destrozar los pronósticos. Pero desde Bajarse al pasto nos atrevemos a apostar por la final más deseada: Real Madrid – Barça. ¿Cuál es su apuesta, queridos lectores? ¡Hagan juego!

España al asalto de Europa

Champions League

Esta semana, tras haberse disputado los partidos de vuelta de la Champions League y de la Europa League, ha quedado conformadas las semifinales de ambas competiciones, destacando que entre los ocho equipos que han llegado a esta penúltima ronda cinco de ellos son españoles.

Así en la Champions el Real Madrid se enfrentará al Bayern de Münich y el Barça al Chelsea, con la vista puesta en la final que se disputará en el Allianz Arena el día 19 de mayo.

Por otra parte, en la final de la Europa League, que se disputará en el Estadio Nacional de Bucarest el día 9 de mayo, seguro que tendremos un representante español, ya que una de las semifinales ha emparejado al Valencia con el Atlético de Madrid, mientras que por el otro lado el Athletic de Bilbao intentará eliminar al Sporting de Lisboa para así tener una final española.

Tras las últimas victorias de nuestra selección en la Eurocopa de 2008 y el Campeonato del Mundo del 2010, el fútbol español está de moda. Si a esto le unimos el éxito que esta temporada están teniendo nuestros equipos en las competiciones europeas podemos afirmar que, a nivel deportivo, la Liga BBVA es la mejor liga del mundo.

Otro tema es hasta que punto es defendible que para estar en la cima del futbol mundial nuestros clubes tengan unas deudas multimillonarias, ocasionadas por una política desmadrada de fichajes y del pago de unas fichas que, a día de hoy, prácticamente ningún equipo puede asumir, entrando en una espiral de créditos y de obligaciones, tanto fiscales como laborales, imposibles de afrontar.

Quedándonos con la parte estrictamente deportiva, ojalá que en las dos grandes competiciones europeas por equipos se jueguen dos finales españolas, porque esto seguramente será un adelanto del gran papel que a buen seguro realizará nuestra selección en la próxima Eurocopa que se disputará en el mes de junio en Polonia y Ucrania.