«Soy de un tiempo en el cual hacer el ridículo era algo que se evitaba, ahora es un objetivo a alcanzar.» – Rosana Hermann, escritora brasileña.
Como recordaba en el post publicado hace unos días titulado el Barça cierra el mercado de fichajes con un notable alto, los aficionados al fútbol hemos vuelto a sufrir como en una nueva ventana de fichajes desde los medios de comunicación especializados en fútbol se sucedieron los confidenciales, las exclusivas, los rumores, los desmentidos y todas esas zarandajas que entretienen al personal, pero que al final lo único que consiguen es desprestigiar a los propios medios y a los pseudoperiodistas que publican lo que toda la vida se llamó bazofias y hoy se les conoce como fake-news.
Por desgracia, de esta mala praxis no se salva ningún medio. Incluso cabeceras de prensa antaño prestigiosas y programas de radio que fueron referentes de la información deportiva de cuyos nombres no quiero acordarme, ya hace tiempo que optaron por el sensacionalismo dejando a un lado la credibilidad, participando de lleno en este circo en el que se ha convertido la comunicación en general, más pendientes de la inmediatez que de la veracidad, y de buscar los bochornosos clibkbait para conseguir muchos likes y aumentar el número de seguidores en sus redes sociales, en vez de informar, analizar y ayudar a crear opinión.
Y así, en este último mercado de fichajes que todavía está caliente, unido a la bomba del verano como fue el intenso de Messí de salir del Barça por la puerta de atrás y sin despedirse, parecía que había una competición entre los medios para ver quién soltaba la burrada más grande. Lo más triste es que esta fiebre por dar la exclusiva de la señorita Pepis acabó contagiando a algún profesional serio y riguroso que, por el respeto y la admiración que siempre le he profesado, no voy a nombrar, aunque sí que manifiesto mi profunda decepción.
Entre las muchas portadas que puede haber elegido para ilustrar este post, me quedo con esta de Sport porque es, sencillamente, delirante. Sí, ya sé que no es actual – aunque también las hay para aburrir -, pero tras haber repasado muchas, esta me parece la más loca. La portadita en cuestión es del mes de abril, llevábamos un mes confinados y seguramente su autor estaba infectado por el coronavirus, pero era asintomático. Y es que, vender que desde el Barça se iban a dar los pasos para juntar una delantera formada por Neymar, Messi, Lautaro y Luis Suárez, es haber tomado a sus lectores por tiernos infantes sin la más mínima capacidad de raciocinio.
Al final la realidad siempre se impone a la ficción y, en este caso y en mi opinión, este año el Barça no se planteó fichar a Neymar ni en sueños, probablemente hubiese algún contacto informal sobre Lautaro, le dieron salida a Luis Suárez por motivos deportivos y económicos y tuvieron que aguantar y ganar el pulso que les echó Messi en su mal explicada decisión de abandonar el club. Vamos, que si el titular de «PUEDEN JUGAR JUNTOS» lo hubiesen cambiado por «TODOS SEPARADOS Y LEJOS DEL BARÇA» habrían tenido más posibilidades de acertar.
Pero el circo mediático que rodea al mundo del fútbol está así montado. Nadie es responsable de nada. Y cuanto más gorda la suelten, más posibilidades tienen de que los inviten a tertulias de radio en las que el único mérito en alzar la voz, a programas de televisión de dudoso gusto y a embadurnar páginas de periódicos. Y los autores de esas boutades siempre se ampararán en los manidos «según mis fuentes» o «desde el entorno del jugador», cuando lo único cierto es que, si rascas un poco, no hay nada, solo humo y farfolla. @Barjarlaalpasto1